ALGO FALLA EN EL SISTEMA EDUCATIVO: HABLEMOS DEL “HOMESCHOOLING”

 

España es un país que pasó del control más férreo de la educación con el modelo centralizado franquista a la democratización del sistema educativo concediendo a las autonomías cada vez más poder para tomar decisiones en materia de educación. Esto ha llevado a que en circunstancias excepcionales como es este año la del COVID, no quede claro quién debe tomar las decisiones de calado, pasándose la “patata caliente” unos a otros. Mientras tanto, los centros educativos deben improvisar protocolos para solucionar los problemas reales que se encuentran día a día sin que nadie les ofrezca la ayuda pertinente, lo que hace que los alumnos sean siempre los máximos perjudicados.

De ahí que cada vez más familias decidan brindar a sus hijos educación en casa y se unan al “Homeschooling”, un modelo en el que sus hijos son el centro de la enseñanza y reciben una atención personalizada que impide que se queden atrás en los estudios. Además de esa adaptabilidad y flexibilidad, favorece la observación y la aplicación de los conocimientos a la realidad, ya que pueden experimentar en cualquier lugar de dentro o fuera de casa con sus tutores las lecciones que van aprendiendo. Pero sobre todo favorece el aprendizaje extracurricular, al no perder tanto tiempo como pasa en los centros educativos. El aprendizaje de nuevas lenguas, de instrumentos musicales y de nuevas tecnologías es algo que en los centros se deja poco tiempo para ello, y en cambio en el hogar se dan las condiciones óptimas para que puedan y quieran aprenderlos.

Sin embargo, no todo el mundo puede educarse desde casa. No basta con una pantalla y unos padres que en la mayoría de los casos no estaban preparados para brindar esos aprendizajes tan especializados a los hijos, como se pudo ver durante el confinamiento. Tiene que quedar claro que es una educación elitista y solo está al alcance de quién pueda permitírselo. Bien los padres tienen que ser expertos educadores multidisciplinares, o bien tienen que contratar expertos que puedan ocupar ese lugar, y además contar con las instalaciones adecuadas en casa. En conclusión, dinero y dedicación a tiempo completo.

Además, con este modelo se está criando a niños en una burbuja, al no estar viviendo la misma realidad que la mayoría de los de su edad. Las experiencias que se dan en el centro escolar, sean buenas o malas, nutren y forman como persona a los alumnos y los preparan para el futuro, que va a ser convivir con los demás y no tener siempre buenos resultados con ello. Por tanto, se está privando de esta competencia básica que suele estar en el currículo oculto de las escuelas, es decir, “todas las interacciones que se dan cotidianamente en el aula y en la escuela, y que no están explicitas como metas educativas a lograr de una manera intencionada”.

Resumiendo, el “Homeschooling” nos pone en manifiesto las carencias de nuestro sistema educativo y la necesidad de reformarlo, dando más autonomía a los centros y a su vez ejerciendo mejores medidas de control para que esta sea efectiva. Eso supone invertir muchos recursos en educación para que un simple hogar no tenga más y mejores medios que todo un centro educativo, porque eso supone una vergüenza de Estado. Al fin y al cabo, tanto educarse desde casa como en un centro escolar tienen un fin común, que es formar a las personas, aunque en ambos casos acabe siendo el mercado laboral el que las pone en su sitio.