PUNTOS FUERTES Y DÉBILES DE LA “EDUCACIÓN EN CASTILLA Y LEÓN”: LA LUCHA POR LA IGUALDAD

 

Tenemos una España educativa a dos velocidades, con 17 sistemas educativos que funcionan de forma desigual. Está claro que nuestro país necesita un gran pacto educativo pero cada día es más difícil y utópico, no solo por las políticas nacionalistas periféricas, sino también por la lucha constante de los grandes partidos políticos de imponer sus criterios ideológicos en las políticas educativas. Ya sea el debate religión ponderable, educación para la ciudadanía o plurilingüismo de todo a cien, siempre ha servido para desviar la atención de lo que realmente es necesario e indispensable: reducir las desigualdades y el fracaso escolar.

 

En Castilla y León parece que no lo hemos hecho del todo mal, ya que en algunos rankings se nos iguala al nivel de Finlandia (modo low cost, porque ya querríamos invertir en educación como allí), y los informes PISA nos dejan en un lugar superior al resto de comunidades autónomas. Quizá tenga mucho que ver el Pacto Educativo de 1999, que se logró con el apoyo de la mayoría de los agentes sociales (al contrario que la LOMCE), o el Plan Global de Mejora que se creó a nivel autonómico acompañado de planes individualizados para cada uno de los centros con malos resultados en el informe PISA.

 

Cabe destacar que CyL es la segunda comunidad autónoma con mayor porcentaje de alumnos en programas de bilingüismo. No vamos a entrar en el debate de si estos podían ser de mas calidad con profesores mejor preparados y más equilibrio entre conocimientos y aprendizaje del idioma, pero si es muy importante el objetivo que busca la Red de centros BIT (bilingüismo, inclusión y tecnología) para sistematizar este modelo de vanguardia a nivel regional. También podemos definir nuestro sistema con los principios de Calidad y Equidad, aunque sea con la visión conservadora de no dejar a nadie atrás para no tener que darle ayudas sociales. Para ello se debe contratar personal experto y motivado para los centros con mayores dificultades, además de la figura del Profesor Colaborador Honorifico para aprovechar la experiencia de los profesores jubilados que tanto pueden aportar.

No podemos hablar de nuestra comunidad sin hablar de la escuela rural. CyL reúne a la mayoría de CRA (Centros Rurales Agrupados), lo que provoca un gran coste para las arcas autonómicas (rutas escolares, política de adaptación a la dispersión y despoblación territorial, etc). En la época de los recortes se optó por cerrar escuelas rurales que no llegaban a una ratio determinado de alumnos y ello se vio con el rechazo y la lucha de los vecinos de las localidades afectadas para proteger el derecho a la educación de sus hijos. A eso ya estábamos acostumbrados en nuestra sociedad que ya a principios del siglo XX ya exigía alfabetización para poder acceder a mejores puestos de trabajo. Un gran avance fue la pronta alfabetización de las mujeres, surgiendo las primeras corrientes feministas regionales a principios de siglo XX.

Y es que es muy importante el papel de la mujer en la igualdad. Si la madre no tiene estudios es más probable que el hijo fracase académicamente. Debemos reducir las desigualdades, también abriendo escuelas infantiles públicas para niños de 2 años (facilitando la conciliación de las madres), además de con la FP dual, y haciendo una política de becas más justa. Para acabar, no podía dejar una reivindicación que nos afecta de lleno a los universitarios castellanoleoneses: la necesidad de una Selectividad única. Según el consejero de educación Fernando Rey, “el actual sistema perjudica a los alumnos de comunidades serias y rigurosas como CyL en el acceso a titulaciones con menos plazas”. No queremos que los salmantinos tengan que irse a estudiar a Zamora enfermería, por ejemplo, porque en la Facultad de su ciudad han ocupado las plazas alumnos de otras comunidades que pueden haber tenido un sistema de evaluación menos riguroso. De ahí que sigamos reivindicando la igualdad y mejora de la educación en España sin dejar de lado a los alumnos castellanoleoneses.